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Recomendamos especialmente la lectura de lo que sigue, si se pretende comprender “algo” sobre cómo funciona la geopolítica de la Defensa, el mercado internacional del armamento, y la condición argentina en ese escenario. Por eso, reproducimos la entrevista realizada por los colegas del portal “Pal’Sur”, al periodista e investigador Daniel Arias. La charla se centró en “la inminente adquisición de los aviones F-16 a Dinamarca que serán usados para engrosar o reactivar nuestra Fuerza Aérea”.

Por Luciano R. Moreno Calderón*

Pal´Sur entrevistó al reconocido científico ganador del premio Konex, Daniel E Arias, para hablar sobre un tema al que vuelve seguido: defensa. En esta ocasión pudimos hablar sobre la inminente adquisición de los aviones F-16 a Dinamarca que serán usados para engrosar o reactivar nuestra Fuerza Aérea.

El periodista nos informa sobre las características de este avión, el verdadero motivo de su adquisición, las opciones rusas y chinas, nuestros aviones Pampa III y las verdaderas necesidades de nuestro país en la tarea de proteger una de las fronteras más extensas del mundo, con hipótesis de conflictos claras que no parecen ser tenidas en cuenta con esta adquisición.

“El F-16: un feroz avión que terminará transformándose en una “reina del hangar””.

Una adquisición geopolítica

Ante todo, esta es una adquisición geopolítica, que no debería tener ninguna consecuencia militar, pero la va a tener.

Digo que es una adquisición geopolítica, porque es un caza de los considerados top de la tercera generación y media, y porque los F-16 son s icónicos para Estados Unidos, un símbolo nacional. Si te compras un F-16 estás encuadrándote militarmente con la Casa Blanca y diciendo “SÍ SEÑOR”.

Como los aparatos no sirven para un comino, no tendría que tener consecuencias militares, pero sí las tiene al quitarle 690 millones de dólares a la Nación y al FONDEF (el fondo construido y promulgado por unanimidad para el reequipamiento de las Fuerzas Armadas).

Es decir, comprando chatarra se pierde la oportunidad de hacer las cosas más serias en el terreno de la Fuerza Aérea, y ni hablar que con esta operación algunos personajes se quedan con una tajada.

Esto no es nuevo, y viene desde que se terminó el proyecto del Pulqui II. Todas las adquisiciones de chatarra y excedentes de los Estados Unidos y la OTAN han sido bajo el pago de coimas, siempre. Y por eso casi siempre se compraron aviones malos, o buenos pero en mal estado, o malos y en mal estado.

Obsolescencia programada hacia la indefensión

Vamos diferenciar el avión por dos segmentos distintos.

Sería la tercera vez que tenemos un avión radarizado, porque los aviones Mirage III franceses y los Dagger israelíes que se usaron en Malvinas fueron radarizados.

El F-16 caza te va a venir con un radar de la actualización MLU, de hace 30 años. Es muy obsoleto, porque la radarización de caza cambió mucho desde entonces con la entrada en línea de los radares AESA, que son de antena fija, barrido multihaz rapidísimo, capaces de detectar contactos a centenares de kilómetros y de seguir y apuntar a muchos blancos a la vez, y por último, capaces de tres medidas “stealth” sorprendentes.

Una es la detección pasiva, sin emisión, pescando los rebotes generados por otros radares, con lo que el piloto oculta la posición exacta de su aeronave. La segunda son los saltos aleatorios de la frecuencia emitida, que también es una medida de ocultamiento. Y la última es un “game changer” impresionante: un radar AESA puede generar interferencias sobre otros radares, e invisibilizarse.

La radarización cambió muchísimo en estos últimos 30 años, lo que equivale a decir que de todos los rasgos AESA enumerados, la actualización MLU trae unos pocos. Obviamente, ni los daneses ni la FAA te van a decir cuáles.

A tener en cuenta: estos aviones salieron de la fábrica hace más de 40 años, muchos de ellos son del constructor original, General Dynamics, antes de que esa empresa fuera comprada por Lockheed.

El F-16 se diseñó a fines de los 60´ y salió muy bueno y se desplegó muy rápido. Debe ser de los cazas más construido en el mundo desde los años 80 en adelante. Creo que hay que entre 4500 y 5000 F-16 volando.

La célula, es decir el conjunto de fuselaje y alas, es excelente. Si la célula de un caza multipropósito bien construido tiene que resistir unas 5 mil horas de vuelo haciendo maniobras acrobáticas, de bombardeo o de pelea, éste resiste 10 y tal vez 15 mil horas: por lo que en ese aspecto solo tengo elogios.

Era un avionazo en los 80, pero ahora ya no. Pasaron casi 50 años. Estos aviones fueron actualizados entre los ’90 y 2000 a Standard MLU, es decir Mid Life Update, actualización de media vida.

Eso significa que la aviónica de estos F-16 es de los ’90. En materia de sensores internos, externos y despliegue de información ante el piloto, cualquier Pampa III (Bloque 2C) tiene mejor aviónica que este avión, y eso que el Pampa nunca llevó radar en la nariz. Cosa curiosa si tenés en cuenta que el nuestro es un caza de entrenamiento y sin capacidad de combate. Es decir; el F-16 es un avión totalmente de combate, pero con radar viejo y aviónica del año del jopo.

Estos cazas van a venir con una vida útil de aproximadamente 10 años si los haces volar en desfile. Si lo vas a usar como avión de entrenamiento de combate y bombardeo (porque para patrullaje no sirven, después te digo por qué), en maniobras de ataque o de defensa la célula del avión sufre bastante.

Entonces, en caso de usar el avión en simulación de combate real, la vida útil va a ser mucho menos de 10 años y van a comenzar a tener problemas de fisuras de raíz de ala.

Les va a pasar lo que les pasó a nuestros viejos A4: en el caso de los de la Marina, cuando empezó la guerra de Malvinas casi la mitad tenía la raíz de ala fisurada: eso quiere decir que en medio de una maniobra de ataque a tierra o a buque el avión podía perder las alas (aplaudir).

Es una compra sumamente estúpida y política. Hace años que los EEUU nos venía presionando para que compremos esto, como forma pública y ostentosa de alineamiento con ellos.

Además, con esta compra EEUU tienen la garantía de que estamos comprando un caza que en caso de guerra regional, ya sea por el lado de las Malvinas o de Chile (únicas hipótesis de conflicto) no nos sirven.

En uno u otro caso los enemigos posibles los recontra conocen, pueden detectarlos y localizarlos a distancia no bien prendan el radar, e incluso si no lo hacen, las computadoras de los radares chilenos o británicos reconocen desde muy lejos la “huella digital” de ecos que genera un F-16 iluminado desde todos los ángulos posibles, especialmente el frontal.

Pero es más: en caso de guerra, estos cazas pueden incluso no despegar. Desde EEUU les pueden anular la aviónica, el radar, los sensores y los sistemas de navegación cuando quieran, y a toque de botón. Un avión de esta generación que entrega EEUU a un país periférico y además impredecible como el nuestro, prácticamente se lo puede teledirigir. Y no para volar, sino para NO volar.

No te vaya a extrañar que estos cazas tengan “virus” incrustados dentro de su software, muy difíciles de reconocer hasta para un experto en seguridad informática. Y que esos virus permitan discapacitar la aviónica del caza en pista, si está preparándose una salida para defender la frontera Este u Oeste de Argentina en una guerra no autorizada por los EEUU.

Te digo esto porque ya le pasó a otros usuarios de cazas norteamericanos, como ser el caso de Malasia.

Sea por “soft power” o directamente por software, EEUU nunca deja de ser el propietario real de las armas complejas que te vendió y te cobró. El Ministro de Defensa de Malasia, Mahatir Mohammad, se lo dijo el 20 de mayo de 2020 a la cadena qatarí Al-Jazeera: “si la Malasian Royal Air Force trata de usar sus cazas F-18 contra un estado con el cual Washington no autoriza guerras, los aparatos sencillamente no obedecen”.

Las computadoras de misión tienen código cerrado, y están microcableadas de modo que sólo se las pueda reprogramar en EEUU. De modo que, como admite Mahatir, los F-18 de su flota son impresionantes, pero sólo sirven para desfiles aéreos.

Obviamente, también, todos los F-35 que está comprando Europa a EEUU a punta de fusil son aviones absolutamente teledirigidos desde el Pentágono y el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Es decir, el F-16 no puede modificarse, no podés subirle ni bajarle nada en software, ni ponerle armas o actualizaciones de aviónica o de radar, incluso de tu propio desarrollo, que no sean autorizadas por los Estados Unidos y con material de los Estados Unidos, y, de alguna manera, también, con el permiso del Reino Unido.

Los Brits también son los que autorizan o desautorizan, porque no tengas dudas de que hoy los dueños reales de la ocupación en Malvinas son los EEUU. Si no aterrizan con los Galaxy en Malvinas es para poder seguir haciendo un poco de relaciones públicas con Argentina.

Opciones al F-16 (ninguna buena, pero sí mejores que el F-16)

El mejor de todos era el MiG 35 ruso, pero tiene dos problemas: 1) en este momento no le podes comprar nada a Rusia, porque sería prácticamente una declaración de guerra a los EEUU 2) si tuviéramos la guita para comprar los aviones, yo le diría a los rusos que no nos manden ese avión sino un Sukhoi 35 que tiene mucho más alcance porque éste, no tanto como Rusia, pero es un país gigante.

Porque si bien el MIG35 tiene virtudes por donde le busques, no es un avión de gran alcance y Argentina lo que necesita es un caza con capacidad de reabastecimiento en vuelo, pero que además, sin hacer uso de esa capacidad, tenga una autonomía de ataque de unos 2.000 Kilómetros.

Pero además necesitamos que sean monomotores, y los caza rusos son bimotores, porque de otra manera el precio de la hora de vuelo se eleva mucho. Tenés los aviones pero no podes usarlos, porque dos turbinas consumen el doble de repuestos que una, y de yapa las turbinas rusas tienen menos vida útil total que las de la OTAN, lo que supone fallas más precoces. El feroz avión que termina transformándose en una “reina del hangar” es algo que le pasa a Venezuela y también a México.

Además tampoco los rusos lo están construyendo, porque se les cayeron algunos clientes posibles en el mundo árabe, y a Rusia, se empieza a ver ahora con la guerra de Ucrania, el MiG 35 le resulta un aparato que no puede operar demasiado lejos de la línea del frente. Y hoy, incluso a 200 km. detrás del frente, los ucranianos te destruyen aviones en tierra con misiles HIMARS o con drones. La noción de “retaguardia” como sitio distinto del frente empieza a ser borrosa.

Si el avión no está en condiciones de operar porque no hay repuestos y el servicio técnico te queda en el otro lado del planeta, estás en el horno. Cuando vos comprás un aparato de esta complejidad, y hablo del MiG 35, lo tenés que adquirir con condiciones OFFSET, es decir, licencias de construcción nacional de varias de la partes e integración de la turbina, o transferencia de tecnología para fabricación local. Tenés que capacitar mucho personal argentino en Rusia, y tienen que venir técnicos rusos a instalarse aquí para ayudarte a montar las plantas de integración y de fabricación. Toma años.

Y no es sólo con los rusos que te pasa esto: nos pasó con los cazas estadounidenses, franceses e israelíes. Pero Rusia nos queda casi en las antípodas, y todos ellos hablan inglés, malo pero entendible, porque es el idioma de la aviación en esta parte del mundo. Pero si te compras el MiG 35, tanto por parte de ellos como la nuestra vas a necesitar de gente que hable ambos idiomas, ruso y castellano, domine ambas grafías y además sea técnicamente muy del palo aeronáutico. No es imposible generar esos recursos humanos, pero lleva tiempo.

En el caso de los F16, te los van a vender con algunos repuestos de turbinas para que vos puedas tirar unos años pero te vas a quedar corto en poco tiempo. Y obviamente no vienen con ninguna transferencia de tecnología.

Lo único que vas a poder hacer sin permiso de los EEUU es sacarte fotos con el avión, pero vas a necesitar autorización para cualquier otra cosa, y como te dije, eso lo descubrió Malasia con los F 18 Super Hornet, hace muy poco. El tipo se clavó con 24 aparatos que Malasia no puede usar para nada real y que esté alineado 100% con los intereses de su país.

Por lo cual los malasios le terminaron comprando unos Sukhoi a los rusos. Estos juran que el caza que te venden es propiedad del propietario, y que no tienen ningún software con el cual puede teledirigirlo. Podés creerles o no, pero si es cierto, es un argumento de márketing excelente.

La otra propuesta era el JF17 es un avión pakistaní, pero acá tenés un cuello de botella: poseen una capacidad de fabricación de 12 a 18 cazas por año (que es un montón). Si bien la oferta estaba en precio, lo que no ibas a tener con los pakistaníes son 12 cazas entregados llave en mano ahora. Pakistán está renovando su propia Fuerza Aérea, cambiando sus JF-17 de modelos anteriores por el bloque C, que es el único que califica de cuarta generación plus, el único que nos interesa.

Te van a decir, con muy buen criterio, que te sumes a la cola, porque ya hubo pedidos de otros. Y que te vengas con un banquito para esperar turno. Y además, tampoco vas a tener capacidad integración nacional de partes.

Primero, porque a ellos no les sobran recursos humanos como para mandar mucha gente aquí. Una compra a Pakistán implicaría una cantidad de años de intercambio de personal técnico y fabril con Pakistán, y así como en ese país no sobran hablantes de castellano, aquí nadie entiende el urdu.

Igual, como país que fue colonia inglesa y que vive en pie de guerra contra la India, que también lo fue, los militares de rango en ambos países son más o menos anglófonos. Y también nuestros aviadores. Pero la movida de recursos humanos que acompaña a una compra exitosa no sería fácil ni rápida. Pero…  dificultad a sumar: más o menos la mitad del avión viene de China.

No es muy clara la expectativa de vida real de la turbina, ni tampoco la duración real de la célula, y una célula que no supere las 5000 horas de vuelo no te sirve. ¿Por qué? Porque la Argentina adquiere aviones cada 40 años, esto quiere decir es que los últimos 10 años del avión, cuando se empiezan a multiplicar las fallas, los vas a usar matando gente en entrenamientos, o adoptar la opción de volar mucho menos y que la gente entrene poco y mal, para que no se mate.

Es lo que venimos haciendo nosotros desde que perdimos la guerra de Malvinas. Los yanquis nos acogotaron con los repuestos de los A4B, C y R, y se empezó a volar cada vez menos. Para que te des una idea, antes de la guerra de Malvinas el promedio de horas de vuelo de los pilotos argentinos de ataque y de intercepción era el mejor de la región, nuestros pilotos caza tenían entre 180 y 200 horas a anuales de entrenamiento.

Pero ojo, como volaban aparatos viejos, también se mataban bastante. Los A4 B, C y R que se compraron a los EEUU entre los ’60 y ’70 venían muy hechos fruta de la guerra de Vietnam. Con esos cazas volando en entrenamiento, antes de 1982 murieron más pilotos sumados que en Malvinas. Si sumás un avión demasiado viejo y un piloto demasiado nuevo, va a haber problemas.

Ignoro si los JF-16 C son nuestra gran salida. No parece. Y a 50 palos [dólares] la unidad pelada, sin armas lanzables, no es que los estén regalando.

Si hay un aparato chino interesante para la Argentina, ése es el J-10 C. Es un muy buen desarrollo del Laví israelí, un caza ochentoso parecido al F-16 inicial de General Dynamics pero bastante superior en casi todo lo que importa: alcance, aviónica y agilidad. Los yanquis apretaron diplomáticamente a Israel para que no se construyera, porque le iba a empiojar el mercado internacional al F-16.

Los israelíes cedieron, pero al costo de un escándalo parlamentario, peleas a trompadas en el gabinete de gobierno, y luego despedir a miles de ingenieros, técnicos y laburantes de Israel Aircraft Industries. Pero como se quedaron re-calientes, le vendieron no muy en secreto la ingeniería del Laví a China. Y de ahí salieron los J-10 A y B, y hoy el C chinos.

Es incomparablemente mejor que el JF-17, que los chinos desarrollaron pero no tienen para su uso. Un dato al uso: la célula del JF-17 es metálica, la del J-10 C es de materiales compuestos. Es más fuerte, más liviana, requiere de mucho menos mantenimiento, dura más, y refleja menos las ondas de radar.

Los J-10 C son el aparato más abundante en la aviación china de combate, y lo que necesitaría tener Argentina, de tener los morlacos necesarios. Pero, ¿sabés qué? Los chinos no te los venden ni a palos. No porque los aviones sean tecnológicamente revolucionarios.

Pero aunque vinieran con equipamiento atrasado una década, no nos venden ni uno porque nos conocen. Saben que aquí los J-10 serían volados, testeados, desarmados y rearmados por la USAF [Fuerzas Armadas norteamericanas] al toque de llegar a la Argentina. Tenemos una cúpula aeronáutica formada por viudos de la OTAN, y eso sigue sin cambios más o menos desde 1955.

Los Pampa

Como típico fruto del Proceso, el avión se hizo con 100% de componentes importados, y la mitad de la ingeniería se hizo con una excelente fábrica alemana, la Dornier, que cerró hace mucho.

En su esfuerzo por nacionalizar este caza para poder construirlo en cantidades significativas y bajar su precio, el gobierno de Cristina trató de crear una cadena nacional de proveedores de partes y en 2015 se llegó a un 13% de componentes nacionales. Con Macri se paró todo. Durante gobierno de Fernández, con Mirta Iriondo en FAdeA y Fernández negándole plata, se habrá avanzado a un 15% de componentes nacionales. Pero la verdad cruda es que el 85% del Pampa lo tenés que comprar afuera, y en dólares.

Aunque lo adoro, es un caza argentino muy poco argentino. Me produce ideas muy encontradas, porque es la máquina aeronáutica más ágil que conozco. Cuando aún a los pilotos de Mirage los mandaban a hacer entrenamiento en Tandil con los Pampa, salvo que la lucha se hiciera en vertical y que los Mirage aprovecharan que tenían mucho motorización para escaparse hacia arriba, los Pampas se les colgaban a la cola, en posición de ametrallamiento, y no había modo de despegarlos de ahí.

Pero esas prácticas no se hacen más. Los Mirage ya no pueden volar desde 2015. Y lo de “ametrallamiento” es una simulación: el Pampa nunca tuvo cañones en fuselaje ni en las alas. Puede usar góndolas con armas de tubo en las alas, pero deterioran un poco sus características de vuelo. ¿Cuánto y de qué modo? La FAA jamás te lo va a decir, y tienen razón en no hacerlo.

Son aparatos espectaculares, pero es muy difícil construirlos porque tenés que tener una cadena fabricación de componentes nacionales importante. Y si bien es un caza sencillo, tiene más de 20.000 componentes. Haciendo las cuentas, 17.000 son importados y atados a dólar, y el más caro y complejo de todos es la turbina, que es una Pratt & Withney PT6 canadiense macanuda, aguantadora, potente y liviana, y la encontrás en todo el mundo, así como sus repuestos, si te importa violar los bloqueos de compras que te puede infligir su Graciosa Majestad, Carlos III. Pero no se regala. Y si querés precio, tenés que hacer compras grandes, 12 unidades de un saque, mínimo.

Además no es un caza de combate, sino de entrenamiento avanzado. Te sirve como escalera para subir a un caza de 4ta generación. Justamente, a un aparato que no tenemos. Es una escalera que termina en la nada.

¿Por qué Argentina no puede defenderse con los Pampa?. Porque al ser subsónicos, si le ponés un misil térmico y lo conectás a la aviónica, va a tener poco alcance debido a que la mayor parte del combustible del cohete se va a consumir tratando de cruzar la velocidad del sonido. No sería lo mismo si el misil partiera desde un caza que viaja más rápido que el sonido. Ahí el motor del misil obtiene más velocidad y alcance.

¿Qué necesita la Argentina para defenderse?

Lo que necesita argentina es un caza de muy largo alcance, con reabastecimiento en vuelo y con un radar AESA. Y por eso es que el F-16 no sirve para combate ni defensa nacional, y tampoco sirve para patrulla.

¿Y sabés por qué no te sirve para patrulla? Porque aunque sea viejo y aunque los EEUU les ordenen a Dinamarca que nos hagan precio de regalo, algo que casi está sucediendo, la hora de vuelo de estos chiches, promediando su desgaste y amortización está entre los 10 mil o 15 mil dólares. Saliste a patrullar dos horas y te patinaste 30 mil dólares de avión, y eso sin contar el combustible ni gastos de recursos humanos.

Un piloto de combate para estar en las condiciones en las que estaban los nuestros en 1982 necesita mínimo 180 horas anuales, es decir que son casi 2 millones de dólares anuales por piloto, para que los aviones no se transformen en maceteros. Y ahí no estás incluyendo gastos de sueldos, combustibles, nada. Sólo la amortización de aviones que ya vienen amortizados.

Es irreal que con aparatos así uno pueda defender a la Argentina. Porque si uno los adquiere para entrenar a la gente a un nivel aceptable para la guerra, los quizás 10 años de resto de vida con que te lleguen de Dinamarca se vuelven la mitad. En 4 o 5 años estan todos los cazas juntando polvo en el hangar, y sin repuestos. Y cuando te ponen el ejemplo de la Fuerza Aérea chilena, que tiene 46 F-16, hay que decir también que la mitad no vuelan, y solo tienen 22 en orden de combate.

Ojo, estas cosas les juegan en contra incluso a los propios yanquis, aunque nadan en billetes. Por lo poco que se sabe, los F-35, esas computadoras volantes de 100 millones de dólares, son tan complicados y se rompen tanto que su tasa de disponibilidad real anda por el 50%.

Nosotros en orden de combate supersónico hoy no tenemos ningún aparato. Cuando se cajonearon los últimos Mirage, Dagger y Finger, perdimos nuestros únicos aviones supersónicos de combate. Y ojo, rara vez llegamos a tener 16 o 17 interceptores en línea, listos para salir. Es decir que ni siquiera durante el Proceso, cuando la Fuerza Aérea y la Marina se dieron a sí mismas unos presupuestos escalofriantes, nunca tuvimos los suficientes cazas para defender nuestro país. ¿Por qué?

Porque es el octavo del mundo en extensión geográfica. Por el Este, son 5.500 Km de costa y, por el Oeste, la frontera con Chile, que es de las fronteras secas más largas del mundo. Si querés defender fronteras semejantes se necesita una fuerza de 60 o 70 aviones supersónicos multirrol muy modernos y actualizados, con un personal de vuelo capaz de superar las al menos 120 horas de entrenamiento por año.

Igualmente si miramos lo que pasa en Ucrania vamos a observar que existen grande combates aéreos. Todos son radares, drones, misiles y baterías automatizadas. Los cazas que operan del lado ucraniano, operan casi pegados a la frontera de Polonia para que no los bajen, porque un misil S-400 ruso tiene más de 300 km de alcance.

Por el lado Este, los cazas rusos ni se acercan a la línea de contacto y lanzan prudentemente sus misiles desde 100 o 150 km. a retaguardia. La lucha es robotizada. Los misiles son robotizados y los drones de bajo costo, que son los que deciden la suerte de los combates de infantería, son aparatos que cuestan entre 2000 y 20.000 dólares.

Y que podemos diseñar y fabricar nosotros. Ya ves para adónde apunto los tiros. ¿Aviones avanzadísimos? ¿O al menos que no sean biplanos? Ya perdimos esa carrera. No tiene sentido correr detrás de un tren que se te escapa. Si tenés los recursos humanos, y la Argentina los tiene, lo que hacés es esperarlo en la estación siguiente.

Tenemos que resucitar el Proyecto SARA, Sistema Aéreo Robotizado Argentino, que estaba desarrollando INVAP con FAdeA y el Ejército hasta 2015, y que Macri canceló y desde entonces no ha resucitado.

Y dado que INVAP diseña y construye buenos radares, tenemos que empezar a desarrollar baterías misilísticas móviles terrestres.

Puedo equivocarme, pero creo que los aviones de combate del futuro se van a parecer un poco al Pampa, pero supersónicos, sin armamento propio a muy poco, más grandotes, llenos de contramedidas para eludir radares y con dos tipos en la cabina, sentados en tándem. Y el tipo realmente importante va a ser no el piloto, que va adelante, sino el que va sentado atrás, dirigiendo una banda de drones volando decenas de kilómetros al frente, y esos sí dotados de radar y armas. Y todo va a estar coordinado en red por los data-links.

Lo que yo veo en un futuro son enjambres de drones semiautónomos. Por la sencilla razón que son más descartables que la gente.

* Luciano R. Moreno Calderón es director del Portal de noticias Pal’Sur, e integrante de la Unión Malvinizadora Argentina. El titulo original del artículo es “Adquisición de los F-16: una inversión de 690 millones de dólares en futuros maceteros voladores de la OTAN”; y fue publicado el 6 de febrero de 2024.

Fuente: Pal’Sur

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