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A propósito del “Día de la Ganadería”, se conocieron datos oficiales y provenientes de universidades. Depende del lado del mostrador donde se pare el lector, los datos serán alentadores o desastrosos.

Redacción

Ayer, las asociaciones de productores y organizaciones regionales y nacionales de la ganadería festejaron el “Día de la Ganadería Argentina”. Como era de esperarse, los informes, publicaciones y notas periodísticas respecto del tema ocuparon los primeros planos de los medios especializados, al tiempo que no ahorraron críticas a la gestión gubernamental para el sector. Es un año electoral; es esperable.

Algunos datos que se difundieron, en base a fuentes oficiales del Gobierno Nacional y las propias entidades, ilustran que el rodeo bovino argentino a fines de 2022 alcanzaba los 54.242.595 cabezas, tal lo consigna el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). En ese marco, el stock de terneros se ubica en 15.129.000 de cabezas, lo que representó una suba del 4,6 % respecto del año anterior, logrando el máximo récord histórico, al menos desde el 2002, año desde el que se tienen registros comparables.

Desde la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, afirman que con una cantidad de vacas madre menor a las de 2017, en 2021 se logró obtener para el año siguiente – el 2022 -, una cantidad de terneros mayor que el lustro anterior y un mayor porcentaje de partos positivos, alcanzando el 66,7%. La gestación promedio de las razas que se trabajan mayormente en nuestro país, abarca entre 40 y 41 semanas.

Des la Universidad Nacional de Rosario (UNR), afirman que la provincia de Buenos Aires concentra más de un tercio del rodeo vacuno nacional, seguida por Santa Fe, Córdoba, Corrientes y Entre Ríos. A diferencia del informe del SENASA que incluye todas las vacas – las destinadas a carne y a la lechería -, la mencionada casa de estudios afirma que en lo que respecta a la cantidad de cabezas que conforman el primer segmento, las mismas viene disminuyendo desde 2019.

Según la UNR, se consignó una tendencia de aumento de animales destinados a la faena. En 2016, se mataron 11,7 millones de cabezas en el año a 13,4 millones durante 2022. Lo preocupante, es el aumento del envío de vientre a liquidación, con las excusas de la sequía, el aumento de costos y los precios internacionales. Si bien, durante el año pasado se logró la mayor producción de carne de la historia (3,2 millones), matar a las madres necesariamente va a repercutir en forma negativa en el rodeo.

Respecto de las exportaciones, el sector alcanzó las 900 mil toneladas, recuperando registros los registros históricos previos a 2021. Entre ese año y 2022, el incremento de las ventas externas fue superior al 12%.

La explicación de semejante salto obedeció a una abrupta caída del consumo de carne vacuna en el mercado interno a causa de los precios, que estuvieron equiparados durante gran parte del año, a lo que demandaba el mercado internacional. De hecho, desde el Gobierno saludaron que en 2022, el precio aumentara, y que las ventas a China de cortes frescos también.

Así, los informes consignan que por exportaciones de carne bovina ingresaran al país 3.457,6 millones de dólares en 2022. A razón de U$S 3,85 el kilo de carne. Es decir, la sobreoferta de carne para el exterior, hizo aumentar al mismo tiempo el precio de la tonelada, y por ende encarecer los montos en el mostrador argentino.

Las exportaciones de carne vacuna, van en un 78% a China, y el resto se reparte entre la Unión Europea, Chile e Israel. Los 670 mil millones de dólares menos recaudados por el sector en exportaciones en 2021, tienen una explicación muy sencilla: el precio de la tonelada aumentó U$S 400 de un año a otro. Ni la soja o el acero mecanizado alcanzaron esa diferencia de precios.

En cuanto al consumo interno, y solamente en lo que refiere a la carne de vaca, el argentino consumió en 2022, 48 kilogramos por persona. Es decir, aproximadamente una vaca cada 8 habitantes. El estándar histórico argentino habla de una vaca (380/400 kilos de carne) cada cuatro habitantes.

Por tanto, teniendo en cuenta el stock a diciembre de 2022, el rodeo argentino está un 6% por debajo de su punto de estabilización necesario para abastecer el mercado interno en condiciones óptimas; y un 10% atrás si se pretenden mantener los actuales niveles de ventas externas.

Es decir, el rodeo vacuno argentino destinado a carnes, debe aumentar hasta las 58 o 60 millones de cabezas. En el contexto actual, y manteniendo la tasa promedio de crecimiento del stock de los últimos años (1,25%), la cadena demoraría al menos una década en llegar a esa condición.

Fuente: SAGyPN / SENASA / INDEC / UNR

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