Brasil publicó datos sobre la ampliación de su frontera agropecuaria en las últimas cuatro décadas, y sobre los segmentos en los cuales canalizó dicha expansión. La información nos invita a una reflexión soberana desde Argentina.
Redacción
Recientemente, el gobierno de Brasil publicó un informe con cifras que dan cuenta de la ampliación de su frontera agropecuaria en los últimos 40 años. Según la información oficial, para mediados de la década del ’80, la superficie agropecuaria alcanzaba al 20% del territorio de ese país, y cuatro décadas después superaría el tercio.
Tal lo informa las fuentes de la autoridad agropecuaria del vecino país, en 1985 la extensión vinculada al agro abarcaba 187,3 millones de hectáreas; mientras que para finales de 2022, esa área se había ampliado a 282,5 millones de hectáreas.
En esa expansión de 95 millones de hectáreas (M/ha), el 58% corresponde a pasturas, cuya regionalización se concentra mayormente en Amazonas, donde se pasó de 13,7 M/ha en 1985, a 57,7 M/ha en 2022. La superficie destinada a cultivos agrícolas también aumentó en 41,9 M/ha durante el en periodo analizado.
Dos tipos de cultivo explican casi toda la expansión (96%) y se triplicaron en el período analizado: los cereales y la caña de azúcar que abarcan casi 59 M/ha. Pero hay un dato adicional interesante: de esa totalidad, 35 M/ha corresponden a la soja que por sí sola multiplicó por cuatro su área productiva. Además, luego de la soja, le sigue un cultivo de maíz, por lo cual podemos tomar un parámetro similar para este último. Los destinos de esa producción están centrados hacia en forraje en el caso de la soja; y para la caña de azúcar, se destina principalmente al sector energético.
En cuanto a la ampliación en sí de la denominada “frontera agropecuaria”, las nuevas áreas agrícolas se concentran en la región conocida como Matopiba (un acrónimo que se refiere a los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía), Amacro (territorio fronterizo entre los estados de Amazonas, Acre y Rondônia y uno de los polos del agronegocio) y en el bioma Pampa (sur del país).
La mayoría (72,7%) de las áreas de cultivo reconvertidas surgieron en un contexto de fuerte intervención humana, marcado por la intensificación agrícola, con un énfasis en las áreas que anteriormente eran pastizales.
Por último, una reflexión para tener en cuenta. En el último lustro, además del propio crecimiento productivo brasileño, se ha observado la presencia de la industria de transformación de materia prima por parte de diversas multinacionales que se instalan en ese país. De allí que Argentina vaya perdiendo terreno en materia aceitera y harinera.
Si bien nuestro país sigue siendo un actor más que relevante a nivel mundial, las redes logísticas prefieren hacer base en el litoral marítimo brasileño, lo cual resta potencial a nuestro complejo agro industrial.
Tal vez sea hora de comenzar a reconsiderar la matriz logística interna y ponderar la operación comerciar desde los puertos de nuestro litoral marítimo. Los beneficios serían múltiples tanto en comercio como en soberanía.
Fuente: Agencia Brasil / MapBiomas
1 Comment
Una de las avivadas de los brasilreros era comprar particularmente semillas de acá para que el estado brasilero siga sacando chapa de no permitir transgenicas mientras la producción transgenicas en brasil estaba a ful!