Avanzan los estudios de profundidad en puerto Diamante

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El gobierno de la provincia de Entre Ríos anunció durante la semana que inició los trabajos de batimetría en el puerto de Diamante, sobre el río Paraná. Se consolida el proyecto extranjero para con nuestros ríos interiores.
Redacción
Las tareas a cargo de la Dirección de Hidráulica y Obras Sanitarias tienen como objetivo la recolección de datos que permitan determinar cuáles son los trabajos necesarios a realizar en el puerto para lograr el calado – la profundidad – posible y necesaria para darle la operatividad pretendida a dicho enclave portuario.
El objetivo que persigue tanto la provincia como el complejo agropecuario entrerriano es poder lograr una prestación portuaria que le permita consolidar las cargas en buques de ultramar y dejar de ser un puerto barcacero. Asimismo, tales estudios son indispensables ala hora de gestionar el financiamiento de la obra, porque sus resultados obtenidos, serán los que sustentarán las dimensiones del proyecto.
Es necesario recordar que en 2021 desde la gestión de Bordet, a propósito de la posible renovación o nuevo llamado a licitación de la mal llamada Hidrovía Paraná – Paraguay, el Gobierno entrerriano había propuesto ante el Consejo Federal la iniciativa de incluir en el nuevo contrato de concesión inversiones para los puertos de la provincia, como el dragado de canales de acceso, con miras a que sean contemplados las terminales entrerrianas.
Desde hace varios años que el complejo agroindustrial entrerriano, venía gestionando el incremento de infraestructura y suma de prestaciones para el Puerto de Diamante. El enclave está ubicado sobre la margen izquierda del río Paraná. Administrado por el Consejo de Administración Ente Autárquico Puerto Diamante, cuenta con un muelle provincial, y una parte privatizada a cargo de la firma Puerto Diamante SA que sería subsidiaria de la norteamericana Cargill.


El conflicto principal que presenta ese puerto es la cercanía de Timbúes, provincia de Santa Fe – que cuenta con un calado de 34 pies (al más de 11 metros), mientras que el puerto entrerriano está en los 25 pies (8,2 metros) y sin mantenimiento regular en cuanto al dragado. La profundidad del puerto dificulta el ingreso de embarcaciones de ultramar, y sólo debe limitarse a la carga de barcazas que luego consolidan carga río abajo en Rosario.
El proyecto es poder llevar la profundidad a dimensiones similares a las de Timbúes, sumar infraestructura de maniobra y poder aprovechar la zona de muelles con potencial para buques de hasta 235 metros de eslora (largo). La falta de profundidad es un limitante para las exportadoras, ya que el movimiento de la carga o de la embarcación suma costos de operatividad.
A esta pretensión en Puerto Diamante se suma la posibilidad de incluir al sistema portuario provincial, dentro de la planificación integral para la vía navegable que en algún momento Entre Ríos estaba negociando en el ámbito del Consejo Federal. Con el cambio de gobierno, la mirada cambia de ángulo, y ya se anunció que la pretensión sería volver a privatizar la vía troncal, y que las provincias deberían rebuscárselas con la financiación para acondicionar sus enclaves portuarios.
En criollo, que los puertos a lo largo de todo el sistema fluvial entre en competencia entre sí, en lugar de trabajar complementaria e interprovincialmente.
Suena descabellado, pero es parte de la racionalidad que de fondo posee la consigna liberal del libre tránsito de mercancías y operaciones comerciales; además de permitir, alentar y bregar por la navegación indiscriminada de nuestros ríos interiores por parte de buques extranjeros y navieras foráneas asociadas al complejo exportador también multinacional.
El caso entrerriano tiene una particularidad: atraviesa todo este proceso desde las dos caras de la moneda. Por un lado, sufre lo descripto con los puertos que dan al Paraná; aunque por otro – salvo por el enclave de Nueva Palmira -, es amo y señor sobre el río Uruguay desde el puerto ubicado en la ciudad de Concepción del Uruguay, a dónde cada vez más seguido ingresan buques de ultramar.
Asimismo, y a propósito de los estudios de batimetría, una de las discusiones impulsadas por Entre Ríos en 2021 más allá del rol de sus puertos provinciales, su representante gubernamental había planteado la necesidad de reorganizar y replanificar las tareas de dragado de la vía troncal y los accesos, habida cuenta que el material extraído del lecho terminaba perjudicando a la provincia mesopotámica dados los lugares donde se depositaba.
Más allá de los acontecimientos recientes respecto del ingreso a la cuenca del Plata, y la autorización del gobierno nacional a su par uruguayo para profundizar el canal de acceso a Montevideo y convertirlo en un puerto “hub” (pivote), la discusión sigue dada respecto al ingreso de buques foráneos a nuestros ríos.
Si se interrumpiera el dragado y Argentina recobrara la soberanía política sobre la cuenca al no permitir el ingreso de los mencionados buques, repercutiría positivamente en el sistema productivo directo.
La cuenca del Paraná – Paraguay, podría verse como una troncal ferroviaria pero sobre el agua, con trenes de barcazas circulando y con las industrias asociadas alrededor. Las cargas de exportación, por lo tanto se comercializarían en los enclaves portuarios sobre el Atlántico.
Sin embargo, nada se esto se menciona a lo largo de la información que nos va llegando. El proyecto al que pretende sumarse Entre Ríos es más hidrovía y mayor poder de control y maniobras por parte de las exportadoras extranjeras

Fuente: Gobierno de Entre Ríos / Argenports / Archivo

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