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Un informe de reorganización productiva presentado al Poder Ejecutivo provincial por parte de grupos de productores y empresas agropecuarias, marca la línea del horizonte hacia donde marchan las reformas que pretende la división internacional de trabajo. Lo que sucedió en el Chaco días atrás, es lo que se viene de aquí a 2050.

Redacción

Productores ganaderos y profesionales de la provincia de Chaco nucleados en el denominado Grupo Agroperfiles, elevaron al Ejecutivo una propuesta de plan integral para dividir al territorio chaqueño en regiones productivas.

Según las fuentes consultadas, la propuesta engloba la necesidad de reforestación, el buen uso del agua y la incorporación de infraestructura energética. Impulsan asimismo un sistema de inversión entre empresas, productores y el Estado chaqueño, se cara a contener dentro de la dinámica a pequeñas y medianas unidades productivas.

De esta manera, caracteriza a la denominada “zona central” por ser un 55% agrícola, 35% ganadera y un 10% foresto industrial. En general está poblada por productores que cuentan con superficies de entre 100 a 1.000 hectáreas que fueran heredadas de sus familias. Otra característica son los suelos degradados, bajos niveles de productividad y de incorporación de tecnología.

La propuesta de trabajo que realiza el sector privado, gira en torno a reconvertir productores agrícolas a ganaderos. Se los sumaría a la cadena, desde la producción de pasturas y granos para engorde de terneros. La iniciativa incluye a pequeños y medianos productores de las zonas de Sáenz Peña, Napenay, sur de Tres Isletas, este de Quitilipi.

Como era de esperar, será el Gobierno del Chaco, quién tendría que obtener el recurso económico y los créditos de fomento para poner en marcha la mencionada reconversión.

Luego se menciona que la zona oeste del territorio provincial, esta centrada la producción agrícola, luego a la actividad forestal industrial, y posee un crecimiento de la actividad ganadera. Los productores en promedio explotan establecimientos que van de las 1.000 a las 10.000 hectáreas en promedio; y poseen capacidad de inversión, con índices altos de productividad e incorporación de tecnología. La región delimitada como “oeste”, va desde Concepción del Bermejo, Pampa del Infierno, Los Frentones y Río Muerto.

Los problemas que identifica el informe están asociados a la infraestructura energética y red de caminos. Argumentan asimismo que carecen de un parámetro de trabajo respecto de la legislación sobre Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) que les permita planifica la ampliación de la frontera agropecuaria; y solicitan un programa de blanqueo de personal que sustituya los planes sociales.

Por otra parte y respecto de la denominada “zona sudoeste”, la que limita con la provincia de Santiago del Estero, el informe identifica allí que el 55% de las actividades productivas están afectadas a la agricultura, el 35% a la ganadería y el restante 10% a la actividad forestal.

La estratificación de los productores, está compuesta en promedio por establecimientos familiares y medianos empresarios agropecuarios, que van de 1.000 a 3.000 hectáreas, con alta capacidad de reinversión tecnológica.

A estos los afectan como problemas de mayor preocupación, es la infraestructura hídrica. Es decir, conviven con el riesgo a inundaciones, principalmente en la zona de los Bajos Submeridionales compartidos con las provincias vecinas de Santa Fe y Santiago del Estero; al tiempo que carecen de sistema de riego y drenaje o están en malas condiciones.

La zona Este posee una predominancia de la actividad ganadera. Según el informe sólo el 10% se reparte entre las cadenas agrícola y forestales.

Si bien el productor promedio de la región giraría en torno a la posesión de 1.000 a 10.000 hectáreas, dichos establecimientos practican ganadería extensiva, con pastura natural y con escasa inversión en tecnología.

Por lo tanto, para los estándares productivos de hoy, son campos de baja productividad y escasa incorporación de valor agregado. Lo que se propone para ellos es trabajar en una se sus mayores dificultades: la reserva de forraje en los meses de invierno, sumada a la construcción de infraestructura en materia de riego y reservas de agua.

Por último, para la región nordeste, el informe detalla que se identifica un 60% de actividad forestal, un 30% ganadero y el 10% agrícola. El promedio de posesión de hectáreas sería el mismo que el anterior, pero con mayor nivel de incorporación de tecnología, aunque la productividad continuaría siendo baja.

Lo que se sugiere aquí es ordenar la actividad forestal al estándar de requerimiento que demanda la Unión Europea. Es decir, trabajar para obtener las certificaciones OTBN al tiempo de reordenar dicho bosque para ponerlo a fijar CO2; y obtener posteriormente los famosos bonos de carbono.

Este último aspecto, es lo que atrajo y exigió como condición el Gobierno provincial. Consideran que es la llave para insertar al Chaco en una mejor posición dentro de la división internacional de trabajo, y captar inversiones o contratos extranjeros de forma directa.

El espíritu de la propuesta realizada por los empresarios es práctico, de cara a dividir la provincia en varias regiones productivas que hagan más “efectiva” la proyección económica pero que no necesariamente apunta al desarrollo equitativo de la misma.

Por otra parte, están claras las exigencias hacia el Gobierno provincial: la transformación del territorio en materia de infraestructura hídrica y energética; junto al “ordenamiento” de bosques de cara a ser atractivo para los mercados internacionales, extender “ordenadamente” la frontera agropecuaria, y readaptar la matriz productiva provincial a la cadena ganadera, forestal o agro industrial.

Como ya se imaginará, el proyecto presentado, sólo sería posible si el Estado provincial pone el dinero, y consigue la financiación para los créditos, pero sin interferir en los esquemas de negocios. Además, se le requiere resolver el problema de la mano de obra: ¿cómo hacer para poder blanquear personal sin que pierda el acceso a la ayuda social y seguir pagando jornales de miseria?

Unos piolas bárbaros los muchachos. Así cualquiera “planifica y reconvierte” extensas áreas territoriales. Sin embargo, no tome este informe a la chacota: es la nueva tendencia que se viene para los próximos años, donde se intentará insertar en forma directa a las regiones periféricas a la pampa húmeda en el concierto internacional.

Para muestras, mire lo que sucede con el litio en Catamarca, Salta y Jujuy; o con vaca Muerta en Neuquén. Están reestructurando y perfeccionando el rompe cabezas.

Usemos el asunto a favor: conozcamos nuestras riquezas.

Fuente: Gobierno de Chaco / INTA / Grupo AgroPerfiles

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