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Las altas temperaturas, las lluvias y el escalonamiento de la campaña maicera hacia el sur, habría facilitado la propagación. Inquietud en el complejo agropecuario por las consecuencias inmediatas y su prevención para la próxima campaña.

Redacción

La plaga conocida como “chicharrita del maíz” continúa arrasando con los cultivos; y en las últimas semanas viene teniendo fuerte presencia en la provincia de Santa Fe. Algo extraño, ya que el insecto habita en zonas tropicales, y en endémica en las provincias de más al norte del país y naciones limítrofes. Sin embargo, las altas temperaturas, las lluvias y el escalonamiento de la campaña maicera hacia el sur, habría facilitado la propagación.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se estiman pérdidas de entre 2,5 y 3 millones de toneladas al momento de la cosecha, lo cual no ocasionará solamente quebrantos en la expectativa exportadora, sino también en el costo del maíz en tanto insumo interno destinado a forraje. Las zonas más afectadas son predios en la provincia de Tucumán, el norte de Córdoba, y el norte y sur de Santa Fe, afectando especialmente a los cultivos de maíz tardío.

Algunas de las fuentes, explican que la chicharrita de maíz es un insecto que transmite de manera persistente y propagativa la bacteria Spiroplasma kunkelii. Si bien se trata de una enfermedad típica del NOA y NEA, funcionarios de la provincia de Santa Fe están considerando los daños a los rendimientos; y evaluar la posibilidad de declarar zonas de desastre o emergencia agropecuaria causada por la enfermedad.

Las mermas que ocurrirán en la producción, tendrán impacto en varios sistemas productivos de las provincias afectadas. Según las fuentes, algunos grupos de productores, han tomado la decisión de picar el maíz y destinarlo a forraje, ingresando los animales al campo.

La Spiroplasma es una plaga que provoca pérdidas en los rendimientos, generando graves consecuencias económicas y productivas. Su presencia se manifiesta en la rápida degradación de los cultivos, con una marcada disminución en su crecimiento y rendimiento.

Al haber maíces de fechas tempranas, de fechas tardías, de primera y de segunda, dicho escalonamiento permite mayor abundancia de insectos y esto produce migraciones de plagas desde el norte (donde es endémica), encontrando siempre la etapa del cultivo más precisa y de rápida reproducción.

Entre las medidas a tomar de aquí en adelante – más allá de alguna colaboración provincial como la habría -, es conocer el ciclo de la plaga. La bacteria desarrolla su ciclo entre la primavera y el verano, y cuando llega el invierno sobrevive en plantas silvestres, en cultivos invernales (avenas, cebada, trigo, centeno), pero sólo para pasar el invierno tomándolas como plantas hospederas.

La clave es el monitoreo de la presencia del insecto en los cultivos de inverno, y fundamentalmente, hacer tratamiento de semillas en todos los cultivos de maíz que se vayan a sembrar el año próximo, usando insecticidas sistémicos.

La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), por su parte, advirtió que había sido advertida la plaga durante enero. Al no tomarse ninguna medida concreta, será difícil de erradicar en pocos años.

Por otra parte, la entidad dijo que ya en 2019 se advertía la adaptación de la chicharrita a nuestro Norte, y el avance era previsible. Según AAPRESID, para el año 2050, bajo un escenario de calentamiento global.

Fuente: Gob de Santa Fe / AAPRESID / Agroclave / Bichos de Campo

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