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Continuidad y profundización del modelo minero en Argentina. Milei confirmó a Royón en el área con respaldo de gobernadores y multinacionales del sector. Se vienen más gringos.

Redacción

Sabemos que aclarar algunas cosas es parte de nuestro constante suicidio comercial, pero también es verdad que algunas cosas que usted va a leer ahora son “viejas”, o más bien nos quedaron en el tintero la semana pasada dado la sucesión de acontecimientos. Otros datos tienen cierta novedad coyuntural, y lo más interesante es atemporal e invariante.

En geopolítica minera hay un movimiento que tuvo desarrollo durante todo el 2023, y que ahora Australia anunció como política de Estado. El “gigante oceánico”, miembro de la Commonwealth es uno de los países “referencia” a nivel global junto a Canadá en materia de empresas, volúmenes de explotación y proyectos en ciernes.

¿Por qué es importante para Argentina el anuncio? Porque marca el rumbo de la política internacional en materia minera, cuáles son las disputas y los actores internacionales que juegan.

Australia promovió dos listados de recursos mineros. Uno con elementos “críticos” – en criollo, geopolíticamente estratégicos de primera línea -; y el otro considerados como “estratégicos” a secas. Estos últimos son más abundantes, pero también fundamentales.

En el primer listado se encuentran: el flúor, molibdeno, arsénico, selenio y telurio. Todos ellos considerados esenciales para las tecnologías modernas, las economías y la seguridad nacional. La segunda lista reúne al cobre, níquel, aluminio, fósforo, estaño y zinc. Son igual de importantes que los anteriores, pero todavía abundantes en materia de disponibilidad.

Por si se les pasó por alto del párrafo anterior, talló la cuestión de “seguridad nacional”. Es decir, la de Australia, la de los países que lo explotan junto con ella, y fundamentalmente las de naciones que poseen dichos recursos en sus territorios como Argentina.

Los movimientos internacionales en torno a la minería, sirven como un elemento fundamental para comprender por dónde están pasando los fundamentos de los distintos alineamientos; como también, el avance de sectores del fundamentalismo liberal, y designaciones como la de Flavia Royón en el nuevo gabinete argentino.

Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y la mencionada Australia, viene intensificando la organización y cooperación entre sí, de cara a “tener a tiro” las fuentes de minerales críticos y estratégicos, como también las iniciativas de infraestructura tanto de explotación como de industria y tecnologías objetivo.

El objetivo central es contener el avance chino y su influencia global con eje en el Pacífico y el Índico. Como siempre comentamos en estas páginas, ambos centros de poder internacional son socios o contrincantes según les convenga. La explotación minera en Sudamérica está conducida por Gran Bretaña y sus socios Commonwealth. Pero China tiene negocios mineros directos en Chile y Perú; avanza en nuestro país, y nos “hace gancho” con la India.

Sí, leyó bien. India y la provincia de Catamarca, vienen conversando desde por lo menos mayo de 2023, la posibilidad que su empresa parcialmente estatal hindú, KABIL, se instale en la provincia interesada en principio por el litio. Esta empresa además, comparte negocios con la Cámara de empresas mineras australiana, que están participando en parte de los trabajos que se llevan adelante en el país asiático tras el hallazgo de casi 6 millones de toneladas de litio en las regiones de Jammu y Kachemira.

Una cosa lleva a la otra, y KABIL junto a los representantes diplomáticos hindús, están negociando tanto en Argentina como en Bolivia, la posibilidad de participar en la explotación del denominado “oro blanco”.

¿Por qué Royón?

El lector se preguntará qué relación tiene Royón con todo esto. La simple virtud de conducir en el área la continuidad y profundización respecto de lo anterior, que el gobierno de Milei propone y realiza desde que asumió.

Esta es una de las cosas que quedó vieja. La ex secretaria de Energía del Gobierno de los Fernández/Massa, Flavia Royón, fue designada el miércoles de la semana pasada, como nueva titular de la Secretaría de Minería de la Nación (SMN). La oficialización fue publicada en el Boletín Oficial (BO), mediante el Decreto 91/2023.

La primera versión fue que Royón había sido elegida por Milei, dado su perfil técnico y experiencia en el sector minero; además de la alta consideración que tienen por ella en las provincias del noroeste. De hecho, fue titular de Energía y Minería en el gobierno de Salta, a cargo de Gustavo Sáenz – aliado fundamental de Massa en su construcción política nacional y compañero de fórmula de aquél en 2015 -; previo a su paso al gabinete nacional.

Otra de las grandes razones es la alta consideración que también poseen las cámaras empresarios de firmas estadounidenses, británicas y específicamente mineras. Como funcionaria de la cartera de Energía, realizó viajes a Londres para ofrecer, acordar y coordinar con bancos, aseguradoras y consultoras internacionales del sector energético-minero, para explotar recursos en nuestro país.

Hasta el momento, todo pareciera encajar. “Altas fuentes cercanas a la funcionaria” – léase, su prensero -, los tres ejes acordados con Milei para el sector minero son: la explotación del cobre; los vínculos estratégicos con Estados Unidos respecto del litio (acá entran desde Elon Musk, los británicos y todos los que se sumen a ese “bando geopolítico”); y volver a impulsar la exploración en el resto del territorio.

Más allá de pataleo de las Cámaras locales por el asunto retenciones y altos costos de insumos en dólares, desde el Gobierno confían en que la funcionaria pueda tranquilizarlos. Primero porque la reactivación de la explotación del cobre, implica una gran inversión, con ávido mercado internacional, y con proyectos en ciernes que sólo deben ser reactivados o puestos en marcha como Taca Tasca, Josemaría, Los Azules, Filo del Sol, Altar y Pachón.

Respecto del litio, la agenda de Royón implica continuar aumentando la producción y dar el salto a la industrialización del mineral directamente en las provincias. El país tiene tres proyectos operativos, que en 2023 generaron 45.000 toneladas de carbonato, y se espera que para el corriente año, la producción llegua 250.000 toneladas.

El tercer eje, el de impulsar la exploración, hay en Argentina 92 proyectos en exploración – la mayoría oro y litio -. Por todo lo dicho anteriormente, la geopolítica minera requiere voluntad y atractivo para explorar y posteriormente explotar en condiciones ventajosas de mercado. El actual gobierno está totalmente dispuesto a facilitar ese proceso. En 2023, la facturación por exploración fue de 370 millones de dólares; y pretende que la de 2024 supere los 500 millones.

Las exportaciones 2023 del sector alcanzaron los 4.000 millones de dólares. La idea es ir superando la cifra a base explotaciones de cobre, litio, oro, plata, carbón, uranio y potasio; además de la exploración de todos los metales y minerales posibles; fundamentalmente, los que integran las dos listas de los australianos.

De soberanía, nada por el momento.

Fuente: BO / SMN / Bloomberg / Econojournal

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